miércoles, 5 de marzo de 2014

Del espionaje a los usuarios de Yahoo al quiosco



Muchas cosas interesantes han pasado éstos días. Por ejemplo, dentro del ámbito de la protección de datos, la estrella ha sido el espionaje desvelado que la GCHQ, junto con la NSA, ha efectuado a los usuarios de yahoo, incluyendo vídeos de índole sexual. 

Sin dejar el asunto, resulta altamente recomendable el vídeo del profesor Davara (a quien éste "pobre escribidor" sigue desde hace años, y a quien recuerdo en charlas a las que asistía como un casi recién titulado en ese Madrid entonces tan lejano. Se trata de un breve sobre la interoperabilidad y el paquete europeo de protección de datos.

De forma limítrofe, cabe mencionar la noticia que viene de Alemania, donde se recomienda no usar whatsapp.

Y, sin querer señalar, quizá encaje en ésta sección la imagen que genbeta publica sobre la situación actual de la censura en Internet.

Éste enlace puede darnos paso al apartado de seguridad. Por un lado traemos la noticia de la (¡por fin!) constitución del Consejo Nacional de Ciberseguridad. Por otra, tenemos a Tilon,  Malware bancario 

Parco es el apartado de profesionalismo. Tan sólo traemos una noticia que nos habla de 30 trabajos con "futuro" para la próxima era.  

Y terminamos con el apartado de libros e informes recomendados.

El primero, aparece en los quioscos. Con la revista Actualidad Económica encontramos el ejemplar que aparece como imagen de ésta entrada. Entretenido de lectura y válido para algún trabajo de profesionalismo.

Más libros: un clásico, de Turing: ¿Puede pensar una máquina?. Del mismo sitio de enlaces saco, con idénticos fines docentes, una recomendación. Otro enlace, éste de la obra Ceros y unos.

Queda cerrar, con el estudio correspondiente al 2013 de la AIMC.

Un último detalle, el del estribo: la relación de alumnos con 0,05 extra en el blog ésta semana es:






Exacto: cero. Nadie ha participado con algo de interés significativo.


10 comentarios:

Unknown dijo...

Nos aconsejan que no usemos el WhatsApp, ni el Line, ni el Telegram... quieren que volvamos a los SMS o nos aconsejarán que no usemos el móvil.

Unknown dijo...

"one image was taken every five minutes, partly to satisfy human rights legislation"

Todavía no encuentro en que universo,(este, o cualquiera paralelo) esa frase o hecho , "satisface" en absoluto al derecho humano a la intimidad. No se en que momento una persona utilizando una webcam desde su casa se encuentra en un ámbito "no privado"

Unknown dijo...

"one image was taken every five minutes, partly to satisfy human rights legislation"

Todavía no encuentro en que universo,(este, o cualquiera paralelo) esa frase o hecho , "satisface" en absoluto al derecho humano a la intimidad. No se en que momento una persona utilizando una webcam desde su casa se encuentra en un ámbito "no privado"

Manuel dijo...

[PARTE 1]

Hace un par de fines de semana terminé de leer "En el principio... fue la línea de comandos". Debo admitir que nada más pasé la portada dije: "Vaya, 1999... esto debe estar bastante desactualizado". Y de hecho, lo está. Aquí (http://garote.bdmonkeys.net/commandline/index.html) se puede encontrar una réplica de 2004 a varios párrafos del libro. Una lástima porque, de nuevo, ya han pasado 10 años y otra lástima son las palabras del propio Neal Stephenson: "[...] is now badly obsolete and probably needs a thorough revision. I keep meaning to update it, but if I'm honest with myself, I have to say this is unlikely.". Creo que le abruma cómo y cuánto han cambiado las cosas en tan poco tiempo.

Lo que no ha cambiado, sin embargo, fue cómo empezó todo.
Al principio, también pensé "Este tío es un purista... sólo quiere que unos pocos -incluido él, cómo no- puedan utilizar los ordenadores. ¡Y además, hacerlo del modo más prehistórico posible, limitando las posibilidades del mismo!".
Sin embargo, al par de días de terminar el libro, intenté convencer a un par de compañeros -y amigos- de clase para que lo leyeran. Por cómo me miraron, qué me respondieron y su todavía presente silencio, auguro que ninguno lo ha hecho: "Pues a mí Windows me gusta más que Linux. Hago las cosas más rápido que con la consolita...". Debo admitir que me irritó un poco -bastante- la simpleza y dejadez y les contesté algo como: "¡Tíos,que sois ingenieros... y no queréis saber nada!". Hace tiempo que me di cuenta de la desidia que hay en la universidad, pero seguro que sobre eso podrías montar una asignatura.

La verdad es que a mí también me costó decenas de páginas y unos cuantos días asimilar qué me estaba contando Stephenson. De hecho creo que todavía no acabo de "pillarlo" del todo. Un café con él sería todo un descubrimiento.
Sin embargo, yendo en el coche este fin de semana con mi padre, usuario básico de Windows que busca "Google" en Google, coincidió conmigo, inmediatamente, en que las interfaces gráficas nos dejan hacer con el ordenador exactamente aquello que el programador (o empresa) que hay detrás quiere que hagamos. ¡Y eso que él no sabría siquiera hacer un login si no existiera el cuadro de texto!
Sacando el tema a colación, quizás la imagen tan deformada que tiene la sociedad, en general, sobre el ingeniero informático haya venido de la mano de la popularización de la informática gracias a las interfaces gráficas. En Madrid nadie sabe diseñar uno de los muchos sistemas empotrados de un avión, sin embargo todos se creen informáticos haciendo sumas en Excel. Lo mismo acaba ocurriendo en las casas, fuera de los ministerios. No obstante, otro largo tema del que seguramente hablemos en DYP (¿Amateurs?¿Profesionales?¿Profesionalismo?).

El caso es que hace unas semanas empecé a leer "El huevo del cuco" y esta tarde, al terminar el documental "Historia secreta de los piratas informáticos" he tenido la necesidad de ponerme a escribir. Por lo menos para dejar constancia de que, a 11 de Marzo de 2014, no estoy contento con la época en la que me ha tocado vivir. Quizás dentro de unos años me pase como a Neal Stephenson y tenga que decidir actualizar esto. Pero tampoco lo haré... ¡sólo vamos a leerlo un par de personas!

Manuel dijo...

[PARTE 2]

Definitivamente nos han cortado las alas. Las grandes mentes e ideas surgieron en garajes sin ventanas. Si mi padre se hubiera reunido en aquella misma época con 10 melenudos grasientos entre naranjos, los Grises los hubieran cosido a palos. Y si hoy en día a alguien se le ocurriera satisfacer un pedido de 50.000€ a base de soldar transistores sin un seguro autónomo, Montoro tardaría segundos en aparecer. Nos han infudido miedo. A nadie se le ocurriría hoy en día merodear por un aeropuerto haciendo soplar un silbato para desconectar a todos los interlocutores de los teléfonos. Seguramente, al segundo día que las cámaras los viesen, serían arrestados como posibles terroristas. Tampoco nadie se escondería de Telefónica y la policía nacional para intentar llamar a Rajoy a las 4 de la mañana.
Sin embargo, sin esta gente quizás no hubiéramos avanzado. Aquellos "hackers" -que se dedicaban a estudiar el funcionamiento de cosas que sólo unos pocos conocían para introducirse por sus recovecos y colarse dentro no para lucrarse, sino para pasarlo bien aprendiendo-, crearon la necesidad de seguir "mejorando" los sistemas.

Todo se ha institucionalizado. Todo se ha legislado. Las reglas del juego cada vez son más firmes. La holgura está desapareciendo, si no ha desaparecido ya prácticamente.

Cliff, en Berkeley, se tiró meses buscando un intruso que se introducía en la red de la universidad. Dejaba a compañeros sin impresoras e incluso sin red para satisfacer su necesidad por saber. Montaba una base militar en un sótano, dormía en el mismo laboratorio, hablaba con la mismísima NSA y recibía visitas, amigables, de la CIA. ¡Además cobraba por ello!
No puedo imaginarme la misma escena en la ETSINF... no porque las puertas se cierran a las nueve de la noche. No porque no creo siquiera que exista un sótano. Veo a los de Prosegur corriendo, al rector huyendo en su Audi A6 y a los del Centro de Cálculo con una porra en la mano. Matt Groening lo describiría mejor.

Siempre había pensado que la universidad sería algo distinto. Cuando estaba en el instituto tenía ganas de terminar para encontrar gente que disfrutara con lo que hacía. Que estuviera estudiando por vocación. Por aprender. Por divertirse... pero no ha sido eso lo que realmente he encontrado. Los profesores aparcan más tarde que yo y los veo salir antes. Los alumnos entramos cuando comienzan las clases y a medio día, como quien cambia de turno en una empresa, desaparecemos y nos sustituyen los compañeros de la tarde. El paso por la universidad parece un mero trámite para la mayoría.
No hay discusiones académicas por los pasillos. No hay gente trasteando en las esquinas. No hay prácticamente recursos de libre acceso.
Entre nosotros nos vemos como "frikis" si llegamos media hora antes, sacamos dos libros que no tienen que ver con nuestras asignaturas obligatorias o leemos textos recomendados por un profesor en un blog.

Admito que el discurso suena algo fatalista. No quiero desmerecer la época actual porque además, estoy convencido de que hay muchas posibilidades que siguen estando ahí. Quizás incluso más que antes. Sin embargo hay una gran falta de espíritu, por llamarlo de alguna manera.

Me dejo varias reflexiones en el tintero. Quería haber comentado descubrimientos que he hecho a lo largo de la lectura de ambos libros y el visionado del documental, pero no sé muy bien cómo introducirlos ahora. He abierto el emacs, como hizo nuestro amigo Stallman, y me he dejado llevar. Me hubiera gustado hacerlo desde BeOS, pero debo admitir que esa falta de iniciativa y ganas es contagiosa. Por momentos la recupero, pero es como si nadie te siguiera y aún así todo avanzara tan deprisa que, cuando lograras aprender algo, seguramente ya haya quedado desfasado o a nadie le importe las experiencias que puedas compartir.

Juan dijo...

Alejandro: te dejas las señales de humo y el bongo. Son sistemas seguros... ¿o no?...

Pablo: Bienvenido al mundo de la supuesta privacidad. Orwell era un emulo de Disney.

Manuel: verás, si rastreas, que recomiendo muchos libros clásicos. Hasta Sun Tzu o Proudhon. Pero también en libros de éste corte, y es que siempre he creído que, incluso en los ensayos especializados, no hay libro inútil. De ese contraste que tu haces de lo leído a la actualidad, ya salen ideas brillantes.

Los interfaces que la gente ahora ve como únicos posibles, revolucionaron la vida de todos lo que en su día estábamos acostumbrados a un triste prompt.Y no solo eso. Incluso dentro de la "casta de informáticos", creo que eso nos hizo un poco más tontos. como a un niño al que le preparas toda la comida en puré. Al final sus dientes se convierten en inútiles. Por otra parte universalizan algo que antes quedaba para unos pocos. Nada es malo ni bueno por entero. Da para mucho, es cierto.

No te pongo ejemplos personales sobre el primer párrafo de tu segunda parte, porque no deseo que los hombres de negro me visiten en mi humilde hogar. Pero sí, para hacer cosas así hoy, o hay que ser muy, muy bueno, o muy valiente, o un loco. O las tres cosas a la vez.

Ojo, que en alguna universidad hay normas que impiden que un alumno duerma en un laboratorio. Porque en caso contrario se quedan allí. No en España, claro. La vida universitaria tiene su miga. Es cierto que hay mucho turista, a uno y otro lado de la tarima. Pero ojo: siempre queda una pequeña aldea gala resistente al invasor.
Pero no esperes discusiones académicas. De alumno solo oía hablar de fútbol, materia que me produce angustia y gases. Y como profesor prefiero reservarme el turno.

He tenido en cursos pasados alumnos que no solo no leían nada de la carrera, sino nada externo (ni Harry Potter, vamos). Pero también tengo que decir que el número de "alumnos excelente", ha crecido. Vamos: que el nivel bajo ha aumentado, pero también el alto. Es como la economía: vamos a la desaparición de las clases medias. O pobre, o millonario. Y no me gusta demasiado la idea, pero me consuela saber que no viviremos en un páramo.

No quiero soltar el sermón de las siete palabras en un comentario de un humilde blog en el último rincón de la red, máxime cuando mi costumbre es teclear y mandar sin revisar, lo que suele alimentar mi fama de metepatas-generador-de-gazapos. Pero son temas muy interesantes los que traes. Tanto que no puedo menos que darte un gallifante.

Nos vemos en los sufridos pasillos.

Unknown dijo...

Con respecto a lo de Whatsapp, puede que esas aplicaciones no sean seguras, pero quien te dice a ti también que el mismo modo que "Whatsapp" puede acceder a tu conversaciones, la compañía telefónica con la que tienes contratado tu móvil no pueda acceder también a tus mensajes. La idea de privacidad en internet parece estar totalmente destinada a ser algo inalcanzable. Todo esto me recuerda al un capítulo de los simpson, donde Bart se siente acosado por la MBL (La liga americana de baseball). Acabaremos así, tiempo al tiempo...derechos humanos? Eso que es?

Manuel dijo...

[PARTE 1]

Supongo que te habrás dado cuenta que el silencio se impone en clase cuando cuentas anécdotas. Pasa con todo el mundo... una lástima que en general no se den cuenta y no lo utilicen más para captar la atención (y enseñarnos cosas que no aparecen en los libros).

Te traigo un tema que quise comentar en la sesión de prácticas pero se me adelantaron al levantar la mano e íbamos algo justos de tiempo.

Mi padre empezó a estudiar acupuntura hará algo más de diez años. Al principio lo hacía buscando literatura en las pocas librerías en que encontraba (entre ellas París-Valencia, que sigue siendo una delicia). Nos utilizaba de conejillo de indias para ponernos semillas en las orejas. A mí todo el mundo me preguntaba en el colegio que por qué llevaba esparadrapo por toda la cara.
Con el paso del tiempo encontró una academia en Valencia que, en colaboración con la universidad de Beijing, en China, impartían un título propio sobre Medicina Tradicional China.

Aunque él devoraba los libros y los leía una y otra vez, el hecho de volverse a enfrentar al SISTEMA le fue algo complicado. Trabajar todo el día y tener que estudiar con fecha límite para vomitarlo todo en un examen no le fue fácil. Pero necesitaba el título para poder ejercer.

Desde hace unos pocos años la acupuntura se ha puesto de moda (en España) y parece que haya sido así toda la vida. Pero puedo asegurarte que mi padre era una especie de bicho raro en nuestro entorno cuando empezó.

La cuestión es que el sector médico occidental no aceptaba estas prácticas. La OMS hace ya muchos años que la ve adecuada para tratar determinadas patologías, pero en este país somos mucho más reacios al cambio. Aquí en el juramento hipocrático incluyen: "No aceptaré nuevos conocimientos que no hayan sido enseñados en el transcurso del adoctrinamiento universitario".
Ahora, como le han visto el filón y ya no pueden callar todas las voces, empiezan a impartirse másters e incluso en algunos hospitales ya existen terapias con acupuntura. Siempre como algo residual. Una segunda opción.

Le he echado un vistazo al plan de estudios de medicina en la UV y tienen al menos tres asignaturas que empiezan con "farmaco...". Ni una sobre terapias "alternativas", como les gusta llamarlas a ellos.

Manuel dijo...

[PARTE 2]

Todo este rollo es para discutir algunos términos vistos en clase.
Mi padre no es médico, pues no tiene la carrera de medicina. Sí tiene un título cuyo plan de estudios ha certificado y confeccionado la Universidad de Beijing, pero aquí, otros dicen que eso no vale.
El caso es que, el hecho de cobrar no le convierte en un profesional, como ya discutimos: puedes decir curar el cáncer con un rezo a la Madre de todos los Tumores y cobrar un potosí por ello. De todos modos sería discutible. Podría ser un profesional de la mentira.

Sin embargo, lo que aquí no se considera ser un profesional, en otros lares sí podría serlo, con lo que ya estamos metiendo otra vez al SISTEMA de por medio. (Me gusta hablar del SISTEMA porque es tan vago y superfluo que todo el mundo lo entiende).
Hay unos señores que deciden quién es un profesional y quién no lo es. Aunque todo el mundo desde fuera les grite: "¡Pero si llevan milenios haciéndolo ahí fuera!".
Esto me recuerda a las películas americanas cuando huyen de la policía. En la línea que separa dos estados: aquí me puedes pillar, aquí no. Aquí soy un profesional, aquí no.

Vale, no es un profesional de la medicina. Para serlo tienes que deshuevarte por lo menos 6 años en una universidad, someterte a un lavado de cabeza, replicar tus estómagos para convertirse en una vaca y violà, serás médico.
¿Pero es un amateur? ¿El castellano, una lengua tan amplia y rica, mete en un saco tan grande gente tan distinta?

No estoy diciendo que algo tan sensible como la medicina no esté regulado. Sería un caos a parte de una locura, pero tenemos unos sectores cerrados herméticamente que no dejan evolucionar ni al lenguaje ni a las personas.

Mi padre es un profesional de la acupuntura. Y además con conocimientos sobre medicina mucho más amplios que el de algunos médicos colegiados. El hecho de no tener un título occidental no debería convertirle en un curandero vende-humos, máxime cuando una gran cantidad de pacientes fijos acuden a él semanalmente derrotados por la ineficacia de la medicina tradicional (e impersonal, en algunos casos) nuestra.

Ahora que ya se ha dado la vuelta y me he ganado la comida de la semana y el dinero para fallas, espero tu opinión. Y bueno, la de cualquiera que se interese.

¿Felices fiestas?

Juan dijo...

Pablo:

Como habrás visto y comprobado, la privacidad es algo así como el conejo de pascua o papa noel. Hay una época de nuestra vida en que creemos en ellos pero luego...

Manuel:
Conozco perfectamente la onda a la que subes. Hay muchos paralelismos que, al final de la corrida, desemboca en unos organismos tan peculiares como innombrables.
Si tuviéramos un pensamiento simple (que es el que suele funcionar a fin de cuentas) deberíamos medir competencias tan sólo. Y alguien me dirá: es lo que se hace. A lo que responderé: ¿y quien mide a los que las miden?.

Tienes gallifante, por cierto, pero necesito algún dato extra para colocarlo.